¿Hacia dónde se dirige la figura del instalador?

La figura del instalador, clave en el sector

En los últimos años el sector de las empresas instaladoras ha experimentado una transformación constante, que ha implicado una necesaria evolución para los profesionales.

La mayoría de empresas instaladoras ya no solo realizan trabajos de un solo sector, sino que disponen de tres habilitantes diferentes. Es decir, se ha pasado de una empresa focalizada en un único sector a especializarse en tres: gas, RITE y electricidad o frío industrial, por lo que la tendencia se encuentra en la diversificación de actividades.

Estas nuevas exigencias hacen que el instalador profesional evolucione, debido a las demandas de los clientes y al progreso de las actividades de las empresas. 

Según Inmaculada Peiró, directora general de la Asociación de Instaladores de Madrid (Agremia), ha llegado el concepto del instalador Multi Pro, es decir, aquel que ya no solo hace una actividad, sino que tiene diferentes especialidades.

Una nueva oportunidad para los instaladores

El mercado está llevando a estos profesionales a aprovechar cada oportunidad que se les presenta y a diversificarse. Además, nos encontramos en un momento en el que se está llevando a cabo la transición energética con la Agenda 2030. A raíz de ello, los instaladores se han percatado de esta circunstancia y se han dado cuenta de que son esenciales y que tienen que responder a lo que el cliente demanda. Por lo tanto, si el usuario final quiere un servicio integral, el instalador tiene que trabajar para conseguirlo y ofrecer un resultado óptimo.

Nuevos retos para el sector instalador en este 2023

Según Peiró, uno de los grandes retos del que no se habla mucho, pero que es primordial, es la hiperregulación. Explica que la mayoría de los instaladores están sometidos a declaraciones responsables, trámites burocráticos, autorizaciones, legalizaciones, etc. Por lo que el tiempo invertido en estos trámites, es tiempo perdido para la productividad de las empresas. De modo que, la directora de Agremia manifiesta que se debe pensar en cómo aligerar toda esta carga burocrática.

Otro de los grandes desafíos es el reconocimiento social. Normalmente, el trabajo que hacen las empresas instaladoras no está considerado en la sociedad y no tiene el reconocimiento que debería tener como profesión. Además, es cada vez más frecuente no encontrar a jóvenes que quieran trabajar en este oficio. 

Este es otro de los principales retos, la falta de relevo generacional. Peiró explica que desde el proyecto formativo de Agremia, “Creando Cantera”, están intentando formar a jóvenes instaladores y recuperar la figura del aprendiz, que era una persona que empezaba en la empresa y que generalmente a largo plaza se quedaba en ella.

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FUENTE*: C de Comunicación